La opinión de los expertos: Un monumento sin control

La alta velocidad en BCN

Barceloneses de diferentes ámbitos opinan sobre la continuación del templo de Gaudí y las obras que se llevan a cabo bajo la única supervisión de la Fundación de la Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Família, al margen de cualquier administración.

La opinión de los expertos: Un monumento sin control

Martes, 19 de octubre del 2010
ROSA MARI SANZ

Miquel Espinet
Presidente del FAD
"Toda obra ha de estar sujeta a unas reglas y limitaciones"

Oriol Bohigas Arquitecto Un monumento sin control Jordi Borja  Urbanista Daniel Giralt-Miracle Crítico de arte Juli Capella Arquitecto  Jordi Giró Vicepresidente de la FAVB Miquel Espinet Presidente del  FAD_MEDIA_2
Oriol Bohigas Arquitecto Un monumento sin control Jordi Borja  Urbanista Daniel Giralt-Miracle Crítico de arte Juli Capella Arquitecto  Jordi Giró Vicepresidente de la FAVB Miquel Espinet Presidente del  FAD_MEDIA_3
Oriol Bohigas Arquitecto Un monumento sin control Jordi Borja  Urbanista Daniel Giralt-Miracle Crítico de arte Juli Capella Arquitecto  Jordi Giró Vicepresidente de la FAVB Miquel Espinet Presidente del  FAD_MEDIA_4
Oriol Bohigas Arquitecto Un monumento sin control Jordi Borja  Urbanista Daniel Giralt-Miracle Crítico de arte Juli Capella Arquitecto  Jordi Giró Vicepresidente de la FAVB Miquel Espinet Presidente del  FAD_MEDIA_5
Oriol Bohigas Arquitecto Un monumento sin control Jordi Borja  Urbanista Daniel Giralt-Miracle Crítico de arte Juli Capella Arquitecto  Jordi Giró Vicepresidente de la FAVB Miquel Espinet Presidente del  FAD_MEDIA_6
Oriol Bohigas Arquitecto Un monumento sin control Jordi Borja  Urbanista Daniel Giralt-Miracle Crítico de arte Juli Capella Arquitecto  Jordi Giró Vicepresidente de la FAVB Miquel Espinet Presidente del  FAD_MEDIA_1
«Las obras urbanas, todas sin excepción, han de estar sujetas a reglamentaciones y limitaciones pautadas, sean del ayuntamiento, de la Generalitat, de los consejos profesionales o, sencillamente, de las reglas de la calle. Dejar los aspectos técnicos en manos de la Iglesia, además de ser arriesgado, es un agravio escandaloso». Así opina el presidente del Foment de les Arts i el Disseny, quien reconoce que siempre había sido contrario a continuar las obras del templo: «Me gustaba pensar que era una pieza inacabada, pero ahora que el templo está casi definitivamente construido he hecho cautelarmente un cambio de chip. Igual dentro de 50 años el mundo se maravillará de una iglesia especial y diferente a los estilos conocidos».

Jordi Giró
Vicepresidente de la FAVB
"El templo cada vez tiene más peso y gana en volumetría"

El vicepresidente de la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB) opina que después de tanta polémica con el túnel «no estaría de más que los ciudadanos, y especialmente las administraciones, estuvieran al corriente de lo que se está haciendo, porque es una obra que cada vez tiene más peso y está ganando en volumetría, lo que podría ser un problema». «Se les tendría que dar un toque de atención», concreta. También un agravio que no se lleve a cabo ningún control, «de la misma manera que se hacen con cualquier obra». Asimismo, pide más información sobre el proyecto: «No sabemos si van por la mitad del traje o están a punto de acabarlo. Creo que los barceloneses en general tenemos ganas de que se acabe de una vez».

Juli Capella
Arquitecto
"La culpa no es de la Iglesia. Ha fallado el ayuntamiento"

El que fuera acérrimo crítico con la finalización de la obra de Gaudí reconoce que con los años ha cambiado de opinión y que «toda obra tiene derecho a tocarse». Las críticas, no obstante, llegan cuando habla de una falta de actuación de la administración: «Se puede entender que no interviniera hace tres décadas porque el poder de la Iglesia coincidía con el político. Pero lo raro es que no haya habido más tarde la valentía de poner las cosas claras, no para entorpecer, sino para facilitar las obras de manera transparente. La culpa no es de la Iglesia. Ha fallado el ayuntamiento, que no ha tenido la suficiente autoridad para que esta obra de alto rango esté legalizada. No puede ser que no tenga licencia ni los controles propios de cualquier construcción».

Daniel Giralt-Miracle
Crítico de arte
"Las obras cumplen todas las normas de legalidad"

«Las obras que se están ejecutando cumplen todas las normas de legalidad actuales. Siempre ha sido territorio de la diócesis, desde el siglo XIX, y no ha de cambiar la titularidad. Han llegado solos y han resistido» sin el apoyo del municipio, la Generalitat o un ministerio, considera Giralt-Miracle. El crítico, a su vez, pide a todos los detractores que no vuelvan a opinar sobre la prolongación del proyecto de Gaudí hasta que puedan descubrir los últimos avances que se han realizado en el templo. «Lo que se inaugurará ahora es de lo más impresionante y logrado que se ha hecho desde 1926. Evidentemente todo es interpretable, pero lo que se ha construido sigue de una manera extraordinariamente fiel las directrices» del arquitecto.

Jordi Borja
Urbanista
"Es absurdo que la ciudad no pueda intervenir"

«Desde que vi aquella cosa nunca me ha gustado. Lo de Gaudí tenía un cierto aire mágico, ahora es un error. Lo único que hay peor en esa línea es el templo del Sagrat Cor del Tibidabo. He encontrado muy pocas personas serias que defiendan lo que se está haciendo en la Sagrada Família. Es lo peor de la arquitectura y una vergüenza que se haya continuado». Así arremete el urbanista contra los trabajos del templo, unas obras en las que considera «absurdo que la ciudad no haya podido intervenir». De la misma manera, critica «la demagogia que ha habido sobre el peligro» por la perforación, «algo que solo puede ser producto de la ignorancia o de la mala fe». «El Eixample es un terreno muy estable y conocido» para dudar, justifica.

Oriol Bohigas
Arquitecto
"Los trabajos deberían estar controlados por el consistorio"

El presidente del Ateneu Barcelonès, uno de los arquitectos de la ciudad más beligerantes con la continuación de la obra de Gaudí, que no ha dudado en calificarla de «marranada arquitectónica» y «uno de los desastres culturales de Barcelona», insiste una vez más en la necesidad de que los trabajos que se llevan a cabo en el monumento «deberían tener un control director por parte del ayuntamiento». «Desconozco qué tipo de permisos municipales tiene la obra ni si existe algún control de calidad constructiva por parte del ayuntamiento. A cualquier nueva edificación, por modesta que sea, se le requieren. La excusa de ser un monumento de un gran éxito turístico no justifica de ninguna manera esa situación anómala», afirma.

Comentarios