Dos millones por un supuesto ‘gaudí’

el pais 21 de octubre 2012
/ Tarragona / Barcelona

Desde 2010 está expuesto en el Gaudí Centre de Reus como una de las obras más significativas vinculadas al genial arquitecto nacido en la ciudad. Pero en unos días este banco de piedra artificial con formas sinuosas que remiten a motivos naturales comenzará un viaje de destino incierto. Sus propietarios aseguran que fue creado por Antoni Gaudí, y tras ofrecerlo a la Generalitat y al Ayuntamiento de Reus, planean subastarlo en Sotheby's de París por un precio de salida de dos millones de euros tras rebajar los 3,5 millones que pedían en un principio.

Quizá acabe en manos de un magnate árabe del petróleo, de los pocos que pueden pagar estas cantidades. En todo caso, para la Generalitat no hay duda de que no es una obra del arquitecto modernista. Así lo determinó un informe que realizó la Dirección General del Patrimonio, tras ofrecerle sus dueños la posibilidad de comprarlo. Fuentes del Departamento de Cultura mantienen que, pese a pertenecer a la misma época, no hay elementos que aseguren que la obra la realizó Gaudí. “Por eso, no se ha catalogado, ni se han puesto trabas para que se venda fuera de España”. Lo que sí tienen claro es que el banco no vale los dos millones de euros que piden. “Pero si hay alguien está dispuesto a pagarlo, allá él”, aseguran.




JOSEP LLUÍS SELLART


El dueño, Francesc Riera, junto con su representante, Antoni Sentís, enviaron una carta notarial al Ayuntamiento especificando que retirarían el banco del Gaudí Centre el 15 de octubre, algo que todavía no han hecho efectivo. Desde el Consistorio explican que la pieza está a disposición del propietario y que puede llevárselo cuando quiera. Sin embargo, este se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento para informar de que el banco se quedará unos días más en Reus, mientras duren las gestiones para su posible venta. “Cuando sepamos algo lo diremos”, zanja Sentís, sin querer dar más explicaciones. Los responsables del Gaudí Centre ya están trabajando en cómo ocupar el espacio que dejará la obra.

Desde el primer momento, los propietarios han esgrimido un informe favorable publicado en 2011 que lleva la firma de Joan Bassegoda, la máxima autoridad de Gaudí hasta su fallecimiento el verano pasado. También otro, que tras analizar el cemento, asegura que es una “obra gaudiniana realizada por un taller establecido en el parque Güell, y que el arquitecto tuvo parte en la supervisión del proyecto”. Ninguno de los dos ha convencido a la Generalitat, que ha hecho prevalecer la opinión de sus técnicos y, por eso, no han prohibido la salida del país y venta del banco en Francia.

El banco formó parte del mobiliario de la casa Larrard

Los dueños también han utilizado para asegurar que el banco era de Gaudí, un artículo publicado en 2009 en la revista local El pregoner d’Urgell, firmado por Joan Yeguas en el que se daba a conocer la existencia por primera vez de esta obra. Yeguas, que es el responsable de Renacimiento y Barroco del Museo Nacional de Arte de Cataluña, MNAC, asegura, como entonces: “El banco es un diseño gaudiano en el que también se ven las manos de Josep Maria Jujol”.

La Generalitat coincide en su informe con la opinión categórica de Luis Gueilburt, experto en el mobiliario de Gaudí que tiene documentados más de 180 muebles suyos. “Este no lo es. Que estuviera en el parque Güell no significa que fuera de Gaudí”, defiende. “El arquitecto no trabajó nunca la piedra artificial. El diseño es modernista, pero nada más. Si alguien quiere pagar ese dinero es su problema”, remacha.

El banco fue construido entre 1904 y 1910 y formó parte del mobiliario de la casa Larrard, junto al parque Güell, hasta 1921. Luego pasó al jardín de una casa de Horta. A mitad de los años sesenta fue adquirido por la hermana del actual propietario y transportado hasta L’Espluga de Francolí, hasta que en 1988 viajó a Montblanc. En septiembre su dueño aseguró: “Al comienzo el banco tenía que ir a los Emiratos Árabes, pero al final nos dio pena y nos pusimos en contacto con el Ayuntamiento de Reus”. Cuando se venda en París, quizá será su próximo destino.

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He tenido la suerte de poder conocer personalmente al Sr Francesc Riera y he visto toda la documentación pertinente y aunque en un primer momento he sido categorico en mis afirmaciones ahora despues de analizar profundamente toda la documentación aportada  he cambiado de opinion en algunos aspectos 
 
Se trata de un banco de jardín de magnífica factura, realizado en piedra artificial, y ubicado originalmente en el Park Güell, concretamente en la Casa Larrard, donde Gaudí hizo una gran reforma para que Don Eusebio Güell i Bacigalupi pasase su vejez. Allí habitó el Conde Güell hasta su fallecimiento en 1918 y durante todos esos años el banco lució en ese idílico espacio. La casa, construida en 1822, había sido adquirida por Güell en 1899 y un año más tarde Gaudí ya estaba encargándose de su restauración y de la urbanización de lo que sería para siempre el famoso Park Güell.

Esta ciudad jardín habría sido un complejo urbanístico de concepción muy avanzada, en el que Gaudí se anticipó a su tiempo, por lo cual no se llegó a finalizar la construcción de las 86 viviendas proyectadas.

La reforma y modernización de la Casa Larrard  fue muy completa y abarcó la ampliación de varias zonas, la construcción de una capilla y un invernadero además de la decoración interior y el mobiliario. Como en todas sus obras, Gaudí concibió una rehabilitación de los elementos estructurales y decorativos de manera integral. 

En el informe-estudio que realizó y presentó ante notario el eminente Dr. Joan Bassegoda i Nonell, se apunta que esta pieza  perteneció a la vivienda,  junto con otras obras de Gaudí, convirtiendo la morada de Güell en un lugar mucho más que confortable, integrándose al espacio y dando toques de modernidad, tanto por el material recientemente descubierto como por sus líneas semejantes al golpe de látigo y formas naturalistas en las que no se copian elementos naturales de manera figurativa.
Pensemos que hacia los años 1906 al 1912, fecha de realización del banco, el Art Nouveau se encontraba en su etapa inicial. En la cronología que realizó el escritor Ramón Gassio Mònico queda muy clara la historia  de esta pieza, desde su origen hasta nuestros días.

Unos pocos años antes, Gaudí había terminado la única obra por la cual recibió un premio en vida, la casa construida para la familia del industrial textil Pedro Mártir Calvet. En ella, Gaudí mandó realizar unas columnas salomónicas y maceteros de piedra artificial, utilizando para estas piezas cemento y gravas de diferentes colores, muy similar al material de este banco que imita al granito.

En su exhaustivo estudio, Bassegoda añade un dato muy interesante sobre la piedra arificial de estas columnas mencionando por primera vez como colaborador de Gaudí a la empresa Salvador Boada, marmolista que trabajaba con piedra artificial y que tenía su taller en Mataró.

El Dr Joan Yeguas Gassó afirma en su artículo "L’allargada ombra de Gaudí: un banc de jardí a les Garrigues"[1] que para la realización del banco el ebanista y carpintero Munne muy probablemente realizó el encofrado o molde. A mi parecer, este molde fue realizado en yeso, con la ayuda inestimable de un yesero o algún otro fabricante de piedra artificial entre los seis talleres que había en ese momento en Barcelona o en Mataró [2] . Aun no tenemos datos más precisos sobre este particular pero sí existe un análisis meticuloso del material y la técnica de construcción, realizado de manera científica en la Universidad de Barcelona por un equipo a cargo del profesor Màrius Vendrell de Patrimoni-UB .

Debo añadir que la Direcció General del Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya, a través de su Departament de Cultura, han puesto en valor esta pieza incluyéndola en el catálogo del Patrimoni Cultural Català. 
Y no solo eso sino que el Ministerio de Cultura dio un permiso de exportación en ambos documentos especifican claramente que el banco es obra de Gaudí.

Nos encontramos sin duda ante una obra espectacular de arte decorativo, que por su calidad de diseño y de construcción pasará a la historia y al patrimonio universal de la mano de Eusebi Güell y Antoni Gaudí.
 
Luis Gueilburt 


[1] Fonoll. La revista de Juneda, 166, 2009 (setembre-octubre), pàgs. 29-32.
[2] Ver Anuarios de la Asociación de Arquitectos de Cataluña

 

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